Ayer día 11 de Noviembre tuvo lugar en el episcopio la presentación, por parte de la Junta directiva de Geara, de las jornadas que se celebrarán esta semana para conmemorar el Día Mundial sin alcohol.
Al acto asistieron por parte del Ayuntamiento de Ávila el Alcalde Don Jesús Manuel Sánchez Cabrera y el Concejal Don Héctor Sastre.
Por parte de la Junta de Castilla y León, contamos con la presencia de Don José Francisco Hernández, Delegado Territorial y Don Ángel Muñoz Hernández, Gerente Territorial de Servicios Sociales de Ávila.
Y por parte de la Diputación Provincial de Ávila, Don José Luis del Nogal Herraez, responsable del Área de Gestión Territorial de la Provincia.
Desde Geara queremos agradecer la presencia de las autoridades y representantes de las distintas administraciones, grupos políticos y resto de asistentes, como representantes sindicales, representantes de otras asociaciones, Presidenta y Secretario del Colegio de Farmaceúticos de Ávila y resto de asistentes.
Tras la presentación de las Jornadas por parte de la Coordinadora de Geara, Maite Martín Jimenez y del Presidente Miguel Martín Martín y unas palabras de agradecimiento por parte de las autoridades representadas en la mesa, se dio paso a una presentación en power point realizada por Geara para explicar a los asistentes los problemas del alcoholismo y el trabajo que se realiza en Geara para tratar de solucionarlo.
Por último un socio de Geara, hizo un escrito en el que relataba su experiencia con el alcohol y a continuación os adjunto el escrito:
¿qué es el alcoholismo?
Es una enfermedad ocasionada por el abuso de bebidas alcohólicas, que puede ser aguda como la embriaguez, o crónica.
Pero es mucho más que eso, y lo principal, un ladrón, un ladrón de tiempo, de dinero, de relaciones, de salud, te roba tu ser, no te permite ser tu, te roba hasta los recuerdos, sobre todo los buenos, y te hace recordar solo los malos. Te hace olvidar las cosas importantes de la vida, te controla.
Afecta a todos los ámbitos de tu vida, hasta cuando no está, o mejor dicho, hasta cuando no lo ves, porque siempre está, porque nunca desaparece, es como un demonio que te incita a hacer lo que el quiere, sin que te des cuenta, incluso te gusta. Y te acaba consumiendo por dentro, y acaba reflejándose fuera.
Te hace perder tiempo con las personas que te importan, tratarles mal, ser egoísta contigo y con ellos. Son cosas de las que no nos solemos dar cuenta, pero en verdad afecta sobre todo a los de tu alrededor. Ellos son los que más sufren, los que notan en ti el cambio a mal, los que se preocupan por tu salud, por donde estarás, por cuanto habrás bebido hoy, por qué no contestas al teléfono, cómo te habrás hecho esa herida en la cara…
Algo que va muy unido al alcohol es la depresión, ya que la causa, y es muy difícil salir de ella si se sigue bebiendo, solo te acaba hundiendo más y más y te tiene más amarrado. No te permite quererte a ti mismo, te despreocupas por ti, no te importa hacerte mal a ti mismo, te cuidas menos o nada, y eso tu no lo ves, pero los demás si.
¿Por qué bebemos? Porque tenemos problemas, porque nos sentimos tristes, porque nos apetece, da igual el motivo si nos lleva a lo mismo, lo que está claro que cuando nos levantamos al día siguiente seguimos con los mismos problemas o más, nos sentimos igual o más tristes aún, y apetecernos cuanto más lo hagamos más nos apetecerá y más difícil será todo, porque al final nos olvidamos de las penas y los problemas durante las horas que estamos bebiendo.
El alcohol es mentiroso, el que más, primero nos hace ser unos expertos de la mentira, para buscar las excusas perfectas para beber, nos refugiamos en esas excusas pensando que así hacemos menos daño a nuestros seres queridos y porque lo admitamos o no en el fondo sabemos que tenemos un problema, no nos haría falta poner excusas sino. Y segundo, es mentiroso porque creemos que vamos a estar mejor, que se van a esfumar los problemas, que vamos a ser felices, que con dos copitas ya soy yo, y nos envuelve en una mentira de tal magnitud que nos la creemos sin dudar nada, nos aleja de la realidad, nos hace huir de la vida tal como es, no nos deja dar el 100% de nosotros mismos aunque pensemos lo contrario.
Pensaba que no tenía ningún problema con el alcohol, hasta que llegué a GEARA y vi cosas que antes no veía, lo primero de todo es querer dejar de beber, estuve un año intentándolo solo, y no lo conseguí, primero porque no quería dejar de beber, quería controlarlo, qué ingenuo, no se puede controlar algo que te tiene controlado a ti… Y segundo porque no tenía las herramientas necesarias ni me apoyaba en mi gente ni en los profesionales.
No tenía problemas, simplemente me recogieron una noche por la calle un desconocido porque me había caído, no tenía problemas, simplemente aparecí un día con la cara reventada porque aterricé en el suelo, no tenía problemas, acababa con gente que ni conocía solo para beber, no tenía problemas, pero me sentía una mierda la mayor parte de los días, no tenía problemas, pero de lunes a domingo aparecía en casa a las 5 de la mañana, no tenía problemas, pero el ver mal a mis padres por mi culpa me hacia beber mas, no tenia problemas, pero me esperaba a que mis amigos se fuesen de la puerta de mi casa para darme la vuelta e irme por ahí yo solo y les decía que ya estaba en casa, no tenía problemas, pero me perdía comidas familiares porque prefería estar en el bar, no tenía problemas, pero no me hacia falta estar con nadie para beber no tenia problemas, pero me han tenido que llevar a casa porque ni reconocía a las personas, no tenía problemas, pero me dejaba sueldos solo en beber… esto sólo son algunas de las cosas que me han ayudado a darme cuenta.
Yo lo veo de esta manera, estamos todos en puntos distintos de una misma línea, con distintos comienzos, pero todos sabemos el final, tenemos nosotros mismos el poder de desde el punto donde estemos frenarlo de golpe y no avanzar más hacía el final de la línea, que todos sabemos cuál es, y al llegar al final no habría ya solución, pero aún estamos a tiempo.
Gracias.